Cuenta la fábula que el
señor Arbol le pidió al
señor Perro y a todos los caninos que por allí pasaran que no haga en su tronco
ni pichi ni popo (así, sin acento), pero resulta que el pichicho no sabía leer y le meó y le cagó por todos lados. Por eso, el señor Arbol se compró una jaulita y se la puso alrededor, por lo que el cartel ahora no tiene mucho sentido. Moraleja: poné una jaulita alrededor de tu árbol y en vez del árbol los perros van a mear la jaulita.
9 de Julio y Paraguay
(Rosario, Argentina)
Junio de 2008
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