Premio

Cuando uno apuesta unos pesitos a los juegos de azar, la única intención que manifiesta es la de intentar hacer un diferencia monetaria que no obtendría de otra forma, digamos, trabajando. Por eso, lo más lógico es que aquel que decide arriesgar en el Brinco finalmente revise si su billete tiene la suerte de ser el ganador. ¿Hacía falta la aclaración?
Italia y Pellegrini
(Rosario, Argentina)
Mayo de 2009

1 comentario:

Netomancia dijo...

Es para los desmemoriados. Ponele, pasa uno y dice "huy, si, yo jugué al Brinco, tengo que controlarlo", y a continuación "huy, si, pero cuándo es que lo jugué". Ahí vendría bien otro cartel de la agencia: "Nosotros te lo decimos".