Arte efímero

El cartel no tiene nada de malo, pero las sombras del árbol se ensañaron con Pechito Giustiniani. Es curioso como unas sombras por aquí y otras más allá pueden convertir esa cara de inocente en un rostro maléfico, o al menos una apariencia digna de Kiss. ¿La naturaleza estará queriendo decirnos algo?
Italia y Cochabamba
(Rosario, Argentina)
Junio de 2009

1 comentario:

Netomancia dijo...

Muchos no se aSOMBRAn.